Católicos, ortodoxos, coptos y la mayoría de las iglesias protestantes siguen este calendario litúrgico de 40 días
La Cuaresma marca la cuenta atrás de la Semana Santa. Se inicia con el Miércoles de Ceniza, el miércoles 5 de marzo, y concluye el Jueves Santo (17 de abril de 2025). Entre ambas fechas hay 40 días días sin contar los domingos.
La simbología cristiana de los 40 días rememora las vivencias de la humanidad de Jesucristo que transcurrieron desde las tentaciones en el desierto. Con ayuno y oración, inició así su ministerio público, afrontando el sufrimiento que iba a padecer hasta su muerte en la cruz y la posterior resurrección. Siguiendo con el sentido de la cifra, también están los 40 años que el pueblo de Israel pasó en el desierto, o los 40 días de ayuno de Moisés en el Sinaí y de Elías en el Horeb.
Durante la Cuaresma se intensifican prácticas como la oración (para recordar a Dios en la vida), el ayuno (para abandonar el egoísmo) o la limosna (para incrementar la solidaridad con los pobres y necesitados) para llevar a cabo la preparación del encuentro con Cristo.
“La Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a Jesús, que nos habla en la Palabra de Dios y a través de nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los rostros y en las historias de quienes necesitan ayuda”. Así definió el Papa Francisco en la red social X este periodo de preparación para la Fiesta de Pascua.
La palabra cuaresma viene del latín tardío quadragesima (cuadragésima) e indica 40 en números ordinales. La fecha de este tiempo litúrgico va cambiando cada año, aunque siempre oscilando entre el 4 de febrero y el 10 de marzo. Esta variación de días se debe a la regla utilizada para calcular la fecha de la Semana Santa, que es la siguiente: el domingo de la Pascua de Resurrección es el siguiente a la primera luna llena que sigue al equinoccio de la primavera boreal (es decir, del hemisferio norte).