El hecho se explicó por la liquidación de ropa debido al cambio de temporada y la caída del consumo
La inflación de enero se ubicó en el 2,2%, según la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Tras dos años, la variación interanual volvió a los dos dígitos, al posicionarse en el 84,5%. A la desaceleración del primer mes del año contribuyeron las bajas en los precios de frutas, por un factor estacional, pero también se dio un fenómeno que no se veía desde hace seis años: la categoría de prendas de vestir y calzados registró una caída de 0,7%.
El descenso en los precios de la indumentaria no ocurría desde enero de 2019. Según comentaron especialistas, impactó en este caso la liquidación de ropa por cambio de temporada y la caída del consumo. Pese a lo que se estima, desde el sector descartan que se deba a la apertura de las importaciones.
Lo que si se observó en los últimos años fue un crecimiento por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC), sobre todo en 2022 cuando la inflación fue de 94,8% interanual y la variación de la indumentaria se ubicó en el 120,8%. En 2023, con la profundización de la recesión ya la balanza fue inversa: el IPC promedio se ubicó en el 211,3% interanual, mientras que prendas de vestir y calzados quedó por debajo con el 169,4%.
Hacia dentro de la categoría, la baja de 0,7% en enero se explicó por una mayor caída de precios en la indumentaria y una tenue suba del calzado. Si bien el INDEC no da el promedio, desagregado por regiones se observa que el único descenso fue el de GBA, donde la categoría cedió 2,3% como consecuencia del -3,2% en prendas de vestir y +0,5% en calzados.
La caída real del poder adquisitivo en este sentido jugó un rol clave, según explicaron especialistas del sector y economistas.