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La digestión empieza por la boca al masticar, pero se le presta poca atención cuando se come frente al celular y otras pantallas

En una época dominada por pantallas y redes sociales, prestar poca atención a los alimentos que consumimos es un hábito cada vez más frecuente. Especialistas del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires (UBA) advirtieron sobre los riesgos ocultos de distraerse al comer: “no registrar” los ingredientes y masticar de manera inadecuada.

Los expertos coinciden en que no despegarse del teléfono móvil al momento de almorzar o cenar, tiene un impacto negativo en la salud, y esto se debe a que los estímulos de los dispositivos electrónicos alteran el mecanismo de saciedad y dificultan la digestión.

Advierten que comer en “piloto automático”, ya sea por la mesa repleta de platos sabrosos de las Fiestas o por estar pendientes de las notificaciones del celular, puede derivar en problemas digestivos, inflamación, malestar estomacal y una ingesta excesiva de alimentos que, a largo plazo, puede llevar al aumento de peso.

“La digestión comienza en la boca”, aseguró la licenciada Natalia Presner, del servicio de Nutrición del Hospital de Clínicas. Es que este proceso inicial resulta clave: masticar correctamente los alimentos permite que se inicie la predigestión, lo que facilita el trabajo del estómago.

Si uno come mirando Reels de TikTok o Instagram, es altamente probable que nos olvidemos de masticar la cantidad de veces necesarias, y esto genera, según Presner, un proceso incompleto de predigestión.

Se obliga al estómago a trabajar más y a secretar una mayor cantidad de ácido clorhídrico, lo que puede provocar reflujo gastroesofágico, sensación de hinchazón y malestar. Este exceso de trabajo digestivo no solo genera problemas momentáneos, sino que podría derivar en condiciones crónicas como la acidez y el reflujo continuo”.

“La forma en que se eligen los alimentos también influye: optar por comidas con alto contenido graso aumenta el esfuerzo que el cuerpo debe hacer para digerir -agregó Presner- y si a esto se le suma una distracción al comer, como mirar una pantalla, el impacto puede ser aún mayor”.

Según investigadores italianos, la distracción causada por los dispositivos móviles interfiere con las señales fisiológicas de hambre y saciedad, lo que lleva a una “alimentación sin sentido”. Esto ocurre porque la atención se desvía de la comida hacia el contenido del dispositivo, lo que dificulta el control consciente sobre la cantidad de alimentos ingeridos y aumenta el consumo calórico en aproximadamente un 15%.

Esto significa que comer en “piloto automático” no solo afecta la digestión, sino que también puede incidir en el peso corporal.

Los mecanismos de saciedad tienen componentes hormonales y mecánicos, que pueden tardar entre 25 y 40 minutos en informar al cerebro que el cuerpo ya ha ingerido suficiente comida. Si durante ese tiempo estamos distraídos, “podríamos no darnos cuenta de que ya no tenemos hambre o estamos con plenitud, y continuar comiendo mucho más de lo necesario”, dijo la doctora Vanesa Anger, médica del servicio de Nutrición del Hospital de Clínicas.

Comer con atención y masticar correctamente los alimentos puede marcar una gran diferencia en la salud digestiva y el control del peso. La combinación de porciones adecuadas, una ingesta consciente y evitar distracciones son pasos fundamentales para prevenir el malestar estomacal y otros problemas asociados.

Con información de Maria Eugenia Cazeneuve, Infobae

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