Cuál es el peor escenario para Cristina Kirchner y los duros que la rodean. Este jueves podría tomarse una decisión judicial
La Junta Electoral del Partido Justicialista elevó a la Jueza, María Servini, el recurso de apelación presentado por Ricardo Quintela contra la decisión de impedirle participar en la interna por la presidencia del PJ contra Cristina Kirchner.
En el contexto actual, son tres las posibilidades que podría manejar Servini: 1- Otorgar un plazo para subsanar irregularidades, armar un nuevo cronograma electoral o para que ambas listas lleguen a un acuerdo (podría ser de unidad). 2- Intervenir el Partido. 3- Proclamar a uno o a ambos con posibilidades de competir.
Por estas horas toma fuerza la opción de la intervención y Servini contaría con los recursos necesarios para avalar esa decisión.
“La resolución de la jueza es inapelable y no puede ser elevada a la Corte Suprema”, advirtió el apoderado de Federales, un grito de corazón, la lista que lleva al gobernador de La Rioja como candidato para presidir el partido.
De las tres opciones sobre la mesa, en el entorno de Quintela entienden que “lo más sensato” -y lo que vienen pidiendo- es que se suspendan las elecciones previstas para el 17 de noviembre para establecer un nuevo cronograma y dar plazo para enmendar errores. Su pretensión es de cuatro meses, pero admiten que podrían ser 19 días, dos semanas o un mes.
Pero además, esta opción abre la puerta a nuevas negociaciones, esas que quedaron truncas cuando el gobernador riojano no atendió la llamada de Cristina Kirchner y decidió competir. Si bien en el clima actual este no es un escenario fácil, el giro del entorno del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, inclinó la balanza para el lado de la expresidenta y podría terminar siendo una alternativa para acordar una lista de unidad.
La Jueza también podría decidir que la documentación presentada por Quintela no cumplió los requisitos mínimos para participar de la interna y validar solamente la lista Primero la Patria, de Cristina Kirchner, o habilitar al riojano para competir.
La opción que más temen en el kirchnerismo es que Servini termine interviniendo el partido, como ya sucedió en 2018, cuando designó al dirigente gastronómico Luis Barrionuevo como interventor.