Es un día especial para agasajar a las madres biológicas, de crianza, del corazón y recordar, con alegría, a las que ya no están presentes físicamente porque seguramente que, espiritualmente, siempre van a cuidar y proteger a sus seres queridos
En Argentina, el Día de la Madre se celebra el tercer domingo de octubre, una tradición que ha variado a lo largo de los años. Originalmente, esta fecha estaba ligada a la conmemoración de la Maternidad de la Virgen María, que solía celebrarse el 11 de octubre en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica. Aunque la fecha religiosa cambió en 1969, en Argentina se mantuvo la costumbre de celebrar en octubre, ajustándose al tercer domingo del mes.
El significado de esta celebración va más allá de lo religioso, ya que es un día dedicado a honrar y reconocer el rol fundamental de las madres en la familia y la sociedad. Es una fecha de afecto y agradecimiento, donde se resaltan los valores de amor, sacrificio y dedicación de las madres hacia sus hijos y seres queridos.
En el país, esta jornada suele estar marcada por reuniones familiares, regalos y gestos de cariño hacia las madres, reforzando los lazos familiares y el reconocimiento de su labor tanto dentro como fuera del hogar.
Las personas que ya no tienen mamá -en este mundo- igualmente deberían honrarla por la vida que dio, por lo que fue y porque aunque no esté físicamente, seguramente te seguirá cuidando, desde donde esté, hasta tu último día.
