Por qué se elige cada vez más este modelo
No es novedad que los modelos de familia cambian con el correr de los años. De un tiempo a esta parte, el mandato tradicional de casarse y tener hijos como único objetivo en la vida comenzó a desmoronarse y fueron las nuevas generaciones las que emprendieron el camino de naturalizar los nuevos vínculos y entablar diferentes prioridades, como crecer en el ámbito laboral o destinar más tiempo al ocio.
Este quiebre liberador llegó para dar lugar a que cada relación elija cómo proyectar su futuro sin estar atado a una imposición social. En ese contexto, surgió el fenómeno de las parejas “DINK” que fue creciendo en el mundo y que es cada vez es más común en la Argentina.
El término DINK apareció por primera vez en la década de los 80, aunque tomó más popularidad en los 2000, y responde a sus siglas en inglés “Dual income, no kids”, es decir, doble ingreso y sin hijos. Se trata de parejas compuestas por personas de entre 25 y 45 años, generalmente monógamas, que tienen un trabajo estable y optan por no tener descendencia.
“Su calidad de vida tiende a ser un tanto más elevado a que la media y privilegian el vínculo de pareja, el desarrollo de la carrera profesional y sobre todo los espacios individuales”, explicó Noelia Benedetto, licenciada en Psicología.
Esto se refleja en los argumentos que mencionaron las parejas consultadas por este medio: “Nos interesa focalizarnos en nuestras carreras, en nuestros trabajos y el poder dedicarnos a nosotros mismos”. También se ve plasmado en los datos duros: la tasa de fecundidad en la Argentina se redujo un 34% entre 2014 y 2020.
En ese sentido, Benedetto puntualizó que estas relaciones priorizan “la estabilidad financiera y la libertad de no tener a nadie que dependa de ellos”. “Poder trabajar el tiempo que quieran, donde quieran. En algunos casos, suelen vivir un tiempo en un lugar y luego en otro. Pero sobre todo ocuparse de sus espacios de ocio, viajar y gastar en lo que deseen”, agregó.
¿Qué opinás, te considerás DINK?.