Históricamente, la mala situación económica hizo perder elecciones al partido gobernante de turno
El gobierno provincial, encabezado por Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, y que ambos son candidatos (en forma invertida) en los próximos comicios de Tucumán, no es ajeno a la triste realidad económica del país. Aumento de la pobreza y de la indigencia, inflación acelerada, con promedio de entre 6% y 7% mensual y más del 100% interanual; inseguridad creciente y todo lo que cualquier habitante de esta tierra padece día a día.
Faltan 15 días para que, en Tucumán, se renueven las autoridades ejecutivas y legislativas. El oficialismo cosecha la mayor cantidad de acoples que lo apoyan, además de manejar el “aparato” gubernamental que no es poco. La oposición con más chances de arrebatar el poder provincial es la dupla Roberto Sánchez-Germán Alfaro, de Juntos por el Cambio. Comparados con el Frente de Todos, están en desventaja, en cuanto a acoples y dinero para la campaña. Pero, ante la situación social antes descripta, ¿el electorado tucumano dará una sorpresa en las urnas?. O se dejará llevar por promesas (las mismas que cada cuatro años) y “algo” de dinero que le puedan dar para ir a votar y no le alcanzará más que para un kilo de asado.
El humor social, cuando las heladeras están vacías, no es bueno. Cuando no se llega ni al día 10 de cada mes con el sueldo, la gente no se deja engañar fácilmente.
Por más que a nivel local quieran despegarse de la catástrofe nacional, el próximo 14 de mayo, ¿serán suficientes los actos masivos, los más de 60 acoples que llevaran votos a la dupla oficialista, y los millones de pesos disponibles, para retener el poder en Tucumán?.
Hay un refrán que dice: “Si querés obtener algo diferente no hagas siempre lo mismo”.
