Fue tras un amparo que habían presentado el arquero de Independiente Rodrigo Rey y su pareja contra una institución escolar que había rechazado la matrícula de sus hijos, uno de ellos con autismo
Un fallo judicial, que hizo lugar a un amparo presentado por el arquero de Independiente Rodrigo Rey y su pareja, cambia el sentido de inclusión de niños con Trastorno de Espectro Autista (TEA) en las escuelas e impactará en familias con niños que tienen esta condición.
El Juzgado de Garantías del Joven N°3 de La Plata hizo lugar al recurso contra una entidad educativa que había rechazado la matrícula de los hijos de Rey, Renata y Benicio, este último con diagnóstico de autismo.
El Tribunal calificó el caso como un supuesto de discriminación indirecta, al entender que la exclusión de ambos niños generó un impacto desproporcionado “por motivos de discapacidad” y que el colegio no logró demostrar que su decisión obedeciera a una finalidad legítima.
El fallo ordenó garantizar la continuidad de los estudios de los dos hermanos en el Colegio de City Bell, disponer los ajustes razonables necesarios para la inclusión educativa del menor y realizar instancias de capacitación en materia de discapacidad y derechos humanos para todo su personal, “como garantía de no repetición”.
CUÁL ES EL ORIGEN DE LA CAUSA
El conflicto se inició cuando Rey y su pareja fueron notificados de que el Colegio de City Bell no les renovaría la matrícula de sus hijos para el ciclo lectivo 2025, una decisión que afectaba especialmente al menor de ellos, diagnosticado con TEA.
Ante esta situación, la familia interpretó que se había cometido un acto de discriminación y vulneración del derecho a la educación inclusiva. El futbolista de Independiente y su esposa denunciaron en octubre de 2024 que el Instituto les había negado la escolaridad para 2025 a su hijo con autismo y su hermana.
Luego de meses de reclamos, la pareja presentó un amparo ante el Juzgado de Garantías que hizo lugar al planteo y ordenó garantizar la continuidad escolar de ambos niños, de ocho y 15 años al momento de iniciado el conflicto, mientras que la resolución dispuso que la escuela deberá asegurar su permanencia “hasta la finalización de los ciclos educativos”, es decir, el nivel secundario en el caso de la niña y el nivel primario y secundario respecto del niño.
El fallo a favor de los hijos de Rey es un avance judicial que puede tener impacto en familias en las que hay niños con TEA, ya que, en varias jurisdicciones argentinas no reciben la contención ni el acompañamiento que el sistema educativo debe garantizar.
