Se embarra la cancha: la contradenuncia de uno de los ex futbolistas de Vélez acusado de abuso en Tucumán

La presentación alega que la víctima, sus abogados y hasta el diputado nacional por el peronismo, Carlos Cisneros, armaron la causa contra los cuatro jugadores

En marzo de 2024, los futbolistas José Florentín, Braian Cufré, Abiel Osorio y Sebastián Sosa, que por entonces estaban en el plantel de Vélez, fueron acusados por una periodista, de 24 años, por una supuesta violación grupal cometida en la habitación 407, del Hilton Garden Inn en San Miguel de Tucumán, donde el equipo de Liniers había disputado un partido ante Atlético de Tucumán.

La novedad, de las últimas horas, habla de una contradenuncia de parte de uno los futbolistas, quien alegó que la causa fue armada y no solo señaló a la víctima, sino que fue más allá. Apuntó a su entorno, incluso a sus abogados y a su padre; y hasta mencionó al diputado Cisneros.

La abogada de la chica que denunció a los cuatro futbolistas, Patricia Neme y señalada por el futbolista, consideró que se trata de una maniobra para desviar la atención central sobre el caso.

Para el ahora contradenunciante incurrieron en los delitos de falso testimonio, estafa y adulteración de documentos públicos. Incluso, también, consideraron los abogados del futbolista que se trató de una asociación ilícita.

La Justicia investiga una presentación realizada por los abogados de Bobadilla por falsa denuncia contra la víctima, los abogados NemeFranco Venditti, el diputado nacional Carlos Cisneros y varias personas que fueron testigo en la causa contra los ex jugadores de Vélez.

Esa denuncia la investiga ahora la Fiscal Mariana Rivadeneira. Una de las primeras medidas de la funcionaria tucumana fue allanar los estudios jurídicos de los abogados de la chica que denunció el abuso.

También hubo procedimientos en las propiedades de los testigos que fueron señalados por falso testimonio.

El inicio de la Causa

La causa se inició hace un año y medio y, en este tiempo, la víctima declaró en repetidas oportunidades en la Justicia, en una causa a cargo de la Unidad Fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual. Allí ratificó sus dichos en varias ocasiones, incluso ante una cámara Gesell.

Al conocerse la noticia, Vélez decidió activar el protocolo por violencia de género y apartó a los futbolistas del plantel. Hoy ninguno viste esa camiseta.

Sosa, tras pagar una fianza de 50 millones, quedó en libertad y regresó a Buenos Aires. En tanto, los otros tres jugadores acusados recibieron el beneficio de la prisión domiciliaria y en junio de 2024 lograron la libertad.

La Fiscal María Eugenia Posse imputó a Abiel Osorio de abuso sexual simple y a Sebastián Sosa, de abuso sexual agravado, en calidad de partícipe secundario.

La situación de Braian Cufré y José Florentín es mucho más complicada: la Fiscal les endilgó haber sido los violadores de la denunciante. Así, les imputó el delito de abuso sexual agravado por la participación de dos o más personas como coautores.

La denuncia original

En marzo de 2024, tras el partido entre Vélez y Atlético Tucumán, la víctima denunció que fue invitada al hotel donde se concentraba el equipo de Liniers. Según sus dichos, fue Sosa quien le pidió que vaya tras una serie de mensajes de Instagram.

Al llegar a la habitación 407, la chica se encontró al jugador. Poco después, se sumaron Osorio, Cufré y Florentín. “Con los cuales comenzó a compartir unas latas de cerveza, luego le ofrecieron fernet y, después de tomar unos tragos, comenzó a sentirse mal, muy mareada, por lo que se recostó en una de las camas, como adormecida”, de acuerdo al reporte inicial.

En ese momento, según su relato, habría ocurrido el ataque. La joven dejó el hotel en un auto de aplicación, que pidió ella misma. Tres días más tarde, se presentó ante la División Delitos contra las Personas de la Policía de Tucumán para realizar la denuncia. Allí, entregó la ropa que usó aquella noche.

En su segundo testimonio, la denunciante aseveró: “Sosa me empezó a escribir, diciéndome que tenía la noche libre y preguntándome si quería que tomemos algo. Yo acepté. Me preguntó si tenía alguna amiga para invitar, pero le dije que no y él me dijo que estaba con otros compañeros Yo le respondí, textualmente: ‘Mientras no se desubiquen, no hay problema’. Tipo 22, Sosa me dijo que vaya al hotel Hilton ubicado en Piedras y Miguel Lillo. Puntualmente, a la habitación 407″.

En el hotel, “me ofrecieron dos latas de cerveza y, luego, me preguntaron si yo hacía tríos o si estaba con mujeres. Les respondí que no, que no me atraía y que siempre que estaba con alguien era sólo entre dos. En ese momento, me ofrecieron fernet en un termo Stanley color blanco”, remarcó.

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