José Izquierdo, un ingeniero tucumano de 63 años nacido en Yerba Buena, culminó una aventura única a lo largo del continente africano. Con un espíritu aventurero y una sensibilidad especial por conectar con las personas de los lugares que visita, decidió emprender este viaje junto a su hijo Agustín y un grupo de amigos.
La travesía formó parte del proyecto “Experiencia 3CV”, integrado por José, su hijo Agustín y los hermanos Ricardo y Martín Franzosi. Durante más de una década, el equipo ha recorrido América Latina en tres vehículos Citroën 3CV bautizados como “Mafalda”, “Apolo” y “El Principito”. Ahora, decidieron ampliar sus horizontes y enfrentar el desafío de atravesar África.

El viaje comenzó el 5 de octubre en Marrakesh, Marruecos, donde José se reunió con Agustín. Juntos emprendieron una ruta en moto hasta Cotonou, Benín, atravesando países como Mauritania, Senegal, Mali (considerado uno de los países más peligrosos para recorrer por tierra en la actualidad), Costa de Marfil, Ghana y Togo. Durante dos meses recorrieron 10.000 kilómetros enfrentando todo tipo de climas y desafíos, como temperaturas extremas de hasta 46 grados en el Sahara mauritano y numerosos controles militares.
“Mi papa, jose izquierdo, es tucumano y acaba de terminar de cruzar África de Norte a Sur. Empezó en Marruecos hace 5 meses y bajamos juntos en moto hasta Benin y luego desde Angola a Sudáfrica, lo hizo un un Citroën 3cv que trajimos de argentina” Comentó Agustín a SIN CODIGO TUCUMÁN.
Desde Cotonou, José tomó un vuelo hacia Luanda, Angola, donde se reencontró con su hijo y otros dos compañeros para recibir los Citroën 3CV enviados desde Buenos Aires. El plan era conmemorar los 100 años del cruce de André Citroën, fundador de la marca francesa, recorriendo 12.000 kilómetros en dos meses a través de nueve países. En esta etapa del viaje, José y Agustín viajaron en su Citroën 3CV, al que llaman “Mafalda”.

A lo largo del recorrido, se enfrentaron a diversas dificultades, como la gran cantidad de puestos de control militar en las carreteras y las condiciones extremas del terreno. Sin embargo, uno de los momentos más complicados fue el robo del pasaporte de Agustín en Lusaka, la capital de Zambia. Esto los obligó a desviarse hacia Zimbabue para tramitar un nuevo documento antes de continuar su camino hacia Sudáfrica.
Finalmente, el 25 de febrero de este año, José logró llegar al punto más austral del continente africano, completando así una travesía de 18.000 kilómetros y cruzando 13 fronteras. Una parte del viaje la hizo como acompañante en moto y otra en su fiel Citroën 3CV, un auto con más de 50 años de antigüedad.
Lo más impresionante de esta travesía fue que lograron recorrer África de norte a sur, completando un desafío que pocos aventureros se atreven a realizar. Durante el viaje, no solo enfrentaron retos geográficos y burocráticos, sino que también tuvieron la oportunidad de conocer diversas culturas, compartir momentos con comunidades locales y seguramente reforzar el vínculo entre padre e hijo a través de esta experiencia inolvidable.

Así, padre e hijo, junto a su equipo, siguen sumando kilómetros y aventuras, demostrando que la pasión por viajar no tiene límites y que la exploración del mundo sigue siendo una de las experiencias más enriquecedoras de la vida.
